lunes, 4 de enero de 2010

Día de religión (sí...ya sé que hoy no es domingo)

¡¡Rápido, rápido!! Leche fría para cafés y chocolates, que el autobús nos espera.

Hoy nos vamos a Noia. Allí visitaremos las iglesias de San Martiño y Santa María a Nova y el convento de San Francisco.

Antes de marchar vistaremos la iglesia más importante de Muros:Colegiata de Santa María do Campo.Del antiguo templo solo queda la puerta principal, se creó en 1504 y en 1851 quedó constituída en parroquia. En la capilla mayor se pueden ver antiguos sepulcros medievales. En el exterior tiene una torre campanario barroca del año 1757. Delante de la misma se extiende un amplio adro donde, en la Edad Media, se reunían los gobernantes de la villa.
Como curiosidad contaros que la imagen más venerada por el pueblo muradano está en esta basílica. Se trata del Cristo de la Agonía, representación barroca en la que se refleja una expresión de gran sufrimiento. Sale en procesión el Viernes Santo.



Ahora...¡¡dirección Noia por favor!! La primera que visitaremos será la de "San Martiño". Declarada monumento histórico-nacional en 1931 y en 1985 la zona fue declarada conjunto histórico-artístico. En la portada principal podemos observar riqueza escultórica de influencia compostelana. En la parte alta sobresale un rosetón de grandes dimensiones con varias figuras.

Caminamos hacia Santa María a Nova que fue declarada monumento histórico-artístico nacional en 1973. Es una construcción gótica marinera. En el exterior sorprende el tímpano de la puerta principal donde aparece representada la Adoración de los Reyes.

Finalmente (en Noia... menos sonrisas que tenemos que ir a Louro) llegamos hasta el convento de San Francisco fundado en 1356 y trasladado a Noia en 1522. Varios escudos de armas de los fundadores lo adornan.

¡¡Ahora sí!! Nos dirigimos a Louro pero no solo para disfrutar del Convento de los P.P Franciscanos de Louro en sí sino también de la comida que vamos a degustar allí. Fue fundado como crematorio en el año 1223 y sobre él se levantó una capilla románica dedicada a Santa Mónica del Rial, que en el año 1835 por causa de la exclaustración de los religiosos, pero años después, concretamente en 1873, volvió a ser ocupado por los miembros de la orden franciscana que se encargaron de su restauración.

En la actualidad destaca en el conjunto del monasterio la presencia de la iglesia de estilo gótico y un hermoso claustro de magnífica factura y cuidado diseño que, según una inscripción encontrada en uno de sus lienzos, data del año 1646. El atrio del conjunto conventual está cercado por un muro en el que se adosa una fuente y está centrado por un crucero. En las proximidades del convento, ascendiendo por el monte vecino, se desenvuelve un originalísimo Vía Crucis compuesto por quince estaciones, en las que se relatan escenas de la Pasión de Cristo, y que fue construido o en el año 1877 gracias a los donativos de los fieles.

De De paseo por la otra Galicia


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